La gran oportunidad: «rural is the new sexy»

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España ha pasado de ser un país con 34,2 millones de habitantes (1975) a otro de alrededor de 46,9 millones (actualidad). Durante estas últimas décadas, el país ha sufrido una revolución económica y varias crisis, y muchas regiones se han visto afectadas por movimientos migratorios desde las zonas rurales hasta las grandes ciudades.  Pero ¿somos seres (únicamente) urbanos? Según los expertos que vaticinan que la mayoría de la población va a concentrarse en grandes entornos urbanos, y con el dato de que el 50% de la población mundial ya vive en ciudades y se espera que este porcentaje llegue al 66% en 2050 – en Europa el 73% de su población ya vive en grandes urbes –, todo hace pensar que sí, que somos urbanitas por naturaleza.

A pesar de la difícil gestión de los recursos en áreas altamente pobladas y los conflictos sociales que ello genera – y que son una parte del reto demográfico y social – las ciudades han alcanzado un estado del bienestar en su conjunto en las últimas décadas, que no ha llegado al entorno rural, generando el fenómeno de la despoblación.

Hablar de despoblación es afrontar que estamos ante un problema de servicios, de desequilibrio y de falta de oportunidades. La sanidad, la educación y los servicios sociales, como ejemplo significativo, son inferiores – en muchos casos casi inexistentes – a los de las ciudades. Esas a las que, por naturaleza, parece que pertenecemos… pero en las que ya no nos sentimos tan felices.

Centrándonos en el ámbito rural, sabemos que la supervivencia de estos territorios pasa por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes y atraer nuevos con voluntad de permanecer, y que para ello se necesitan, lo sabemos de sobra, accesos: sobre todo el digital, servicios, tejido empresarial y una gestión territorial adecuada.

Una buena noticia es que se va notando un pequeño cambio de percepción – todavía no de actitud – hacia la “vuelta al pueblo” en los últimos años, en los que se valora el entorno tranquilo y una forma de vida más sencilla que en la ciudad, más cercana a la naturaleza, con entornos que facilitan una vida más activa y unos hábitos más saludables, donde la tranquilidad y la paz dan oportunidades de reflexión y desarrollo personal, algo imposible en mucha ocasiones con el ritmo de la ciudad. Esta nueva tendencia, todavía frágil (o incipiente, si lo prefieres), puede impulsarse consiguiendo que los entornos rurales – los pueblos – dispongan de infraestructuras para que esos nuevos habitantes, generaciones jóvenes en activo, encuentren el equilibro necesario para su vida personal y profesional.

Las mejoras en las telecomunicaciones y la conexión a Internet en todo el
territorio son una condición imprescindible para que tenga lugar la repoblación.
Las mejoras en las telecomunicaciones y la conexión a Internet en todo el territorio son una condición imprescindible para que tenga lugar la repoblación.

Otra buena noticia es que, en los últimos meses, hemos avanzado a pasos de gigante en una nueva forma de entender el trabajo y las relaciones. El teletrabajo y la desaparición de la dependencia de ciertos espacios físicos para trabajar, crear, innovar… nos pone por delante una nueva gran oportunidad.

La innovación ya no está vinculada a una sede física diseñada por un gran arquitecto en la que conviven cientos de personas diariamente, y en la que el entorno presencial marca el ritmo. Ya no es una carrera únicamente tecnológica que precisa de entornos físicos. La innovación se basa en la cooperación y co-creación, en la suma de diferentes talentos e iniciativas.

Y en esta descentralización presencial es donde un nuevo ámbito rural, con mejores infraestructuras, servicios y oportunidades, puede vivir un efecto contrario a la despoblación: la atracción de población. De un nuevo habitante innovador.

Turismo planificado o cómo generar riqueza siendo anfitrión de tu pueblo

Una de las actividades clave para el desarrollo de estos entornos es el turismo y su capacidad de actuar como catalizador de cambio, beneficiando el fomento de las economías locales. Nuestra actividad es una clara contribución al entendimiento y al respeto mutuos entre personas y sociedades, un instrumento de desarrollo personal y colectivo, un claro factor de desarrollo, de aprovechamiento y enriquecimiento del patrimonio cultural y, sin ninguna duda, holísticamente beneficiosa para las comunidades de destino.

Gracias a la interacción directa que permite, entre hombres y mujeres de culturas y formas de vida distintas, el turismo es una fuerza al servicio de la paz y un factor de amistad y comprensión entre personas.

La actividad turística aporta unos beneficios maravillosos a cualquier territorio, con una gestión coherente y planificada en la que se tenga en cuenta a todos los actores sociales y económicos. Indudablemente, ayuda a diversificar la economía y proporciona oportunidades de empleo porque es una industria que requiere mucha mano de obra; estimula el desarrollo de empresas turísticas, como agencias de viajes, empresas de transportes, el sector del alojamiento, la alimentación, las organizaciones de actividades recreativas y todas las capas productivas complementarias, como el sector primario, o el de las comunicaciones.

Las del turismo – bien planificado y bien entendido – no son únicamente ventajas tangibles y económicas. También amplía conocimientos educativos y culturales, mejora el sentimiento de autoestima de la comunidad local, mejora la calidad de vida, preserva el patrimonio cultural y la tradición, justifica la protección y mejora del medio ambiente, rompe barreras socioculturales promoviendo una comunidad global a la vez que respeta la autenticidad local, conservando sus activos y sus valores tradicionales.

La actividad turística coherente y planificada es una palanca transformación de toda una región con el objetivo de convertirla en un lugar más competitivo y atractivo para vivir, trabajar, estudiar y crecer, además de ser una de las actividades de desarrollo económico más compatibles con otras actividades económicas. Una fantástica herramienta para atraer a ese nuevo residente, ya libre de sus ataduras presenciales diarias, a un nuevo entorno amable y con futuro.

Rural is the new sexy: Reactivando el medio rural

Es necesario que las poblaciones y comunidades locales se asocien a las actividades turísticas y tengan una participación equitativa en los beneficios económicos, sociales y culturales que reporten, especialmente en la creación directa e indirecta de empleo a que den lugar. Que los planes estratégicos se sustenten sobre el respeto al patrimonio humano, artístico, arqueológico y cultural, que deben proteger y transmitir a las generaciones futuras; que se basen en salvaguardar el medio ambiente y los recursos naturales, en la perspectiva de un crecimiento económico saneado, constante y sostenible, que sea capaz de satisfacer equitativamente las necesidades y aspiraciones de las generaciones presentes y futuras.

Empezar desde cero, o casi desde cero como es el caso de muchos territorios rurales, tiene grandes ventajas: se puede construir sobre la infraestructura, productos y recursos locales ya existentes.

Y esta situación, en la que pueden encontrarse muchas zonas rurales, en ese partir desde cero, hay que permanecer alerta para no caer en los grandes males que el turismo, esos que la otra cara no tan benevolente de la moneda también puede generar.

En diversos – probablemente demasiados – destinos, al turismo se le ha culpado por la contaminación de playas; se le ha responsabilizado de elevar el costo de mano de obra, de viviendas y de servicios; de alterar la cultura local; crear desorden social; trastocar la movilidad; deteriorar el medio ambiente; fomentar salarios bajos y empleo estacional. Muchos destinos maduros enfrentan retos como la turismofobia o la gentrificación, en muchos casos debido a una gestión especuladora en la que la carga turística genera una serie de conflictos de compleja solución.

No todo son ventajas y, en las últimas décadas de locura turística, sabemos también que el turismo descontrolado y sin planificación puede crear un exceso en la demanda de recursos naturales y culturales, produce estacionalidad en la demanda, genera contaminación e, incluso, puede atraer a ciertas industrias como el crimen, la prostitución o el juego.

Una mala o inexistente planificación rural puede resultar en un desarrollo económico desequilibrado,

Una mala o inexistente planificación puede resultar en un desarrollo económico desequilibrado, creando problemas sociales que se traduzcan en conflictos en la sociedad local. Y en estos últimos tiempos, también debemos considerar que contribuye a expandir enfermedades.

El desarrollo del turismo rural debe ser parte del desarrollo económico general y debe hacerse de una manera que sea sostenible – teniendo en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales – y satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas. El desafío es conseguir un equilibrio adecuado, es decir, que los beneficios superen los costos, con la visión y medidas adecuadas para disminuir los impactos desfavorables que son parte de este cambio.

Un planteamiento moderno y coherente induce a la planificación regional, beneficiando un desarrollo armónico e integral de todos los sectores de la economía, convirtiéndose en un beneficio económico que destinar a la conservación o al desarrollo local, distribuyéndose entre todos los agentes locales; estimula la mejora de las infraestructuras de servicios al turismo y por tanto, a la comunidad local, promueve la restauración, conservación y disfrute del patrimonio, impulsa las manifestaciones culturales (manifestaciones artísticas, artesanía) y, a través de la gastronomía, potencia el consumo de productos autóctonos.

Del 25 al 27 de septiembre tuve la oportunidad de participar en la III edición de RePueblo, que llevó nuestro pasos hasta Baena (Córdoba). Durante mi proceso de investigación previo a la celebración del think tank y en el de análisis posterior, he hecho una serie de reflexiones sobre turismo, neoruralismo y oportunidades a partir de la innovación que comparto contigo en este artículo. Espero que te haya resultado interesante y que también a ti te haga reflexionar y, a partir de ahí, actuar con enfoque rural.

“Un nuevo branding rural para Baena: the inspirational, bright and peaceful #NewRural enviroment for innovative minds of the comming global challenges”

— Eva Ballarín

Quiero dar las gracias a Luis de Cristóbal, alma mater de RePueblo, por pensar en mi para formar parte del tercer Think Tank, por darme la extraordinaria oportunidad de compartir conocimiento, aprender y reflexionar sobre turismo aplicado a lo rural – entre otras muchas cosas, claro – y, sobre todo, por la valentía de abanderar un proyecto diferente, con una forma original de ver y plantear las cosas. Gracias. Que esto sea – como diría Humphrey Bogart en Casablanca – el comienzo de una gran amistad y, sobre todo, un impulso para el #neorruralismo.

1 Comentario

  1. Ana Pérez Marcos

    Muchas gracias por el artículo y tus reflexiones que son compartidas. Soy una urbanita que dejo la gran ciudad de Madrid para instalarme en un pueblo de la Sierra de las Nieves en Malaga (después de montar un campamento de safari en la sabana africana y volver a España). Han sido tres años de desarrollar nuestro proyecto personal (nuestra casa rural The African House) y de llamar a las puertas de la administración local y las instituciones de mi comarca de adopción para poner a su disposición mi experiencia en la creación de productos turísticos sostenibles y crear planes de desarrollo turístico con un impacto positivo en el ámbito rural. Soy apasionada de los viajes y de todos ellos y de mi experiencia de vida en el extranjero y sobre todo en Kenia he visto ejemplos de comunidades que se han beneficiado positivamente del turismo, pero muchas veces ese impulso emprendedor y esa cocreacion y cooperación necesaria entre sector público y privado choca con esquemas de pensamiento diferentes y los políticos y gestores de los municipios pequeños no siempren saben ver el valor del turismo en sus pueblos. Por eso iniciativas como Repueblo y la celebración de este tipo de jornadas son tan importantes y necesarias. Un saludo desde Málaga y feliz fin de semana!

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