La necesidad de la realización de este artículo nace de una de las premisas centrales para lograr un mejor país: la participación ciudadana.

Hoy más que nunca México necesita de sus ciudadanos, participar en la reconstrucción de la política. Es nuestra obligación hacerlo para mejorar la condición social del país y para cimentar sobre bases firmes la democracia de México.

Esta reivindicación puede tener varias aristas, una de las cuales es el involucramiento activo de la ciudadanía, derivando precisamente en lo que hoy conocemos como participación ciudadana.

Participación ciudadana y democracia en México

¿Qué es la participación ciudadana?

Es tomar parte en persona de manera activa, decidida y buscada libremente por cada uno de nosotros. Participación es ponerse en movimiento por uno mismo, es activarnos en los temas de la comunidad, como pedir rendición de cuentas, votar, participar activamente en la cosa pública; es recuperar nuestro espacio en la vida política con responsabilidad y con propuestas, es vencer la apatía que nos ha quitado espacios que nos pertenecían.

Construcción de la participación ciudadana

Se construye a través de la formación cívica y de la participación en los asuntos de la comunidad que nos atañen a todos.

Para lograrlo, además debemos de aprender a respetar las reglas de convivencia y entrar a una cultura de legalidad desde lo más simple hasta lo más complejo. Los ciudadanos tenemos la obligación de participar activamente para mejorar nuestro país y dejar un mejor legado a nuestros niños y jóvenes.

En tal virtud, para que la política vuelva a recuperar su servicio a la sociedad, es la hora de oxigenarla y no hay otra forma de hacer esto, sino mediante la participación de los ciudadanos. Debemos volver a que los ciudadanos sean el eje central de la política. Indígnate cuando sea necesario, protesta pacíficamente cuando se te trate como súbdito y recuerda que tu mejor aliado es la participación, el otro, el nosotros. Así fortaleceremos nuestra sociedad y nuestra democracia.

Democracia

El origen de la palabra democracia, se remonta a la antigua Grecia, Herodoto hablaba ya de la isonomía, es decir, leyes y reglas iguales para todos. Derivado de ello, surge la famosa frase que hemos escuchado en muchas ocasiones, cuya autoría fue de Abraham Lincoln: “tuvo a bien caracterizar la democracia con un aforismo que parece haber expresado mejor que ningún otro el espíritu del gobierno democrático, en castellano, la fórmula de Lincoln se puede expresar así: gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo.” En el mismo sentido, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que todo poder público emana del pueblo.

Participación ciudadana y democracia en México: los tiempos actuales

Hoy, al abordar este tema es hablar de debate, pues los ciudadanos nos preguntamos: ¿qué es lo que está fallando?. Pues simple y sencillamente nos sentimos alejados de nuestros legisladores, de los que supuestamente nos representan. Para entender mejor esta problemática detallaré brevemente las principales clases de democracia:

Democracia directa

La primera de ellas es la democracia directa. Aquella en la que el ciudadano es el decisor, en la que participa activamente sin que exista tercera persona o representante que resuelva por él.

Democracia representativa

Por otra parte, la democracia representativa es mediante la cual los ciudadanos eligen, ejerciendo su derecho al voto, a sus representantes. Es decir, es en la que las personas escogen quien decidirá por ellos.

Democracia participativa

Una tercera clase de democracia, siendo en este momento la que nos atañe, es la que surge por el movimiento de participación, es la democracia participativa

Actualmente, surge el debate respecto a si ha sido mejor vivir en democracia, es evidente que para algunos ciudadanos existe el desencanto con ella. Al respecto, el reconocido abogado español Javier Cremades en su libro “Micropoder. La fuerza del ciudadano en la era digital”, atinadamente apunta: “llevamos tantas décadas hablando de la crisis de la democracia que ya va camino de ser una frase hecha, un tópico. No son pocos los países que soportan gobiernos no democráticos, pero el consenso ideológico internacional es unánime en coincidir con Churchill en que «la democracia es el menos malo de los sistemas políticos».

El disgusto que tienen muchos de los ciudadanos con la articulación de la democracia, se traduce en la inconformidad con el funcionamiento del gobierno. Por ende, en lo que hemos fallado no es en la democracia, sino en el binomio sociedad y Estado.

Es por ello, que la democracia participativa es la manera idónea de canalizar la indignación, ir caminando poco a poco para involucrar a los ciudadanos en las decisiones tomando en cuenta a la democracia participativa. El tema genera debate, lo sé, pero hay que darle soluciones institucionales. En mi opinión, es uno de los fundamentos básico de la vida democrática, traduciéndose en la mejor manera de construir una democracia.

Ulrich Richter es uno de los mayores expertos y activistas de participación ciudadana y democracia en México.