El 10 de Noviembre he cumplido 51 años, nací en Zurich; hijo de emigrantes gallegos, Consuelo y Juan, ambos de San Xoán de Río (Ourense): Castiñeiro y Cambela, dos aldeas gallegas .
Muy orgulloso de mis orígenes de la “terra da chispa», genética de afiladores, de los que con una pequeña rueda de esmeril, montada sobre una bicicleta, pedaleaban por las calles de cualquier ciudad de España y de otros países.
Lo mío ha sido más sencillo, gracias al esfuerzo de mis padres y abuelos. Me eduqué en Barcelona y he vivido bastantes años en Madrid, Panamá, Noruega… y la pandemia hizo que en una visita a mi aldea me quedara a vivir aquí, en Castiñeiro.
Me mudé por la pandemia
Mi abuela, Nai Gracia de 102 años, y Pilar, mi vecina favorita con 106 años, me dijeron antes de irse el año pasado: “Queridiño, istes pobos non poden desaparecer”.
Hoy, con mis 50 años, me toca hacer mi parte, ya me lo decían mis abuelos, Pai José y Pai Angelito, de niño: “O lobo pasa, a terra queda”… y no fue esto tras leer “ Los tres cerditos”. De hecho, yo creo que a ellos no les gustaba ese cuento de irse del pueblo a la ciudad.
«O lobo pasa, a terra queda…»
Otra foto más en Castiñeiro , cero censados en Marzo 2020 y así llevaba ya 10 años. Una aldea despoblada. Hoy somos 6. Ha nacido un bebé. Ya no formamos parte de esas aldeas en las que viven un máximo de cinco vecinos en Galicia, casi seis mil!…Ni tampoco de las deshabitadas, cerca de dos millares.
A las puertas, ya están otras mil por contar con un solo vecino residente este año. Y detrás vienen más, dado que en otras 1.250 aldeas solo viven dos personas, y otras tantas en que el censo lo componen tres habitantes. Galicia es muy singular, tanto en su estructura territorial como poblacional.
Las aldeas gallegas, una singularidad
Cuenta con algo más de 30.000 entidades de población, que suman la mitad de las existentes en España… Más de 12 mil con diez o menos habitantes. Galicia es líder en producción de leche; de pizarra; de granito; de cuarzo; de turismo termal; de peletería; de exportación de madera… pero también en aldeas abandonadas. ¡Cada semana se cierra una aldea gallega! Esto es, ¡¡más de 50 al año!!
El municipio de San Xoán de Río tiene un total de 59 aldeas. Castiñeiro era una de las que estaban cerradas. La hemos abierto. No quiero que en mi Ayuntamiento se cierren más. Aquí ha nacido Aldealista, dicen que somos el Tinder de los pueblos. Ya estamos con la Beta, en Diciembre disponible para todo el mundo en App Store y Google Play www.aldealista.com.
Queremos ser parte de la solución y que empresas líderes nos ayuden a dar visibilidad a nuestro patrimonio, a nuestros orígenes, tradiciones y cultura. Responsabilidad social territorial. Esto es cosa de todos, no sólo de la tecnología. Lo invisible hay que hacerlo visible. Podemos hacerlo.
Queremos ser parte de la solución de las Aldeas Gallegas
Cuando vino la reportera del Wall Street Journal se enamoró y preguntó para comprar. Quería hacer el reportaje por Zoom, le dijimos que no. Tenía que venir.
Ya se ha vendido otra casa más este año… Siempre hay una aldea que se quiere enamorar de ti, debemos darle visibilidad a nivel mundial y tener métricas de quién nos ve, qué les gusta, qué no les gusta…nuestro Big Data Rural. No nos conformemos con los informes del Banco de España, medidas de la Xunta, del Gobierno en reto demográfico… ¡Pasemos a la acción!
Aldealista tiene un propósito muy claro, los pueblos no pueden desaparecer. Invitamos a la Administración, Grupos de Desarrollo Rural, Grupos de Acción Local y Asociaciones a que nos compartan recursos gráficos en info@aldealista.com. Vamos a presumir de lo que tenemos: fotos gastronómicas, «feiras», paisajes…
Los noruegos me dicen que lo nuestro son más que los fiordos, tenemos buen vino y se come estupendamente. «Sabor rural», diría mi amigo José María López Bourio. Hay mucho que mostrar al mundo de nuestros pueblos, y no nos podemos quedar solamente en noticias como la de: “La aldea de Riotorto que Gwyneth Paltrow recomienda como regalo de Navidad”.
Bienvenidos al Ruralverso, ¡Un universo real, no de ficción!
Ojalá mis hijas, Lucía y Lena, cuiden también las aldeas.
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