4 ediciones de Repueblo sirven, entre otras muchas cosas, para comprender los territorios como un organismo vivo, con un comportamiento dinámico y que se adapta a su entorno. A veces para sobrevivir, otras para evolucionar. También sirve para detectar oportunidades, esas que a veces pasamos por alto por obvias que son. Y estoy firmemente convencido que Extremadura tiene los argumentos para pasar de la supervivencia al más alto de los éxitos: convertirse en un caso de éxito para la Unión Europea en innovación social.

Estoy agradecido por muchas cosas en mi vida y, sin duda, una de las mayores es haber podido viajar por el mundo. Y como persona curiosa que soy, siempre me he sentado en los lugares a conversar con las personas, a preguntarles qué hacen, cómo lo hacen y, sobre todo, para qué lo hacen. La última, es a la que más nos cuesta contestar. Sobre todo en las culturas mediterráneas o latinas. La vida nos lleva como si fuéramos una hoja de encina surcando un río. Y así pasan las generaciones y repetimos viejos patrones que nos alejan de nuestros objetivos, aunque no terminamos de saber por qué.

Pero este 2020 nos está sirviendo a todos para elevar nuestra conciencia. Estamos empezando a comprender (algunos) que el mundo competitivo sólo nos lleva a la frustración y a la destrucción. En cambio, cuando interiorizamos la ley de la abundancia, percibimos que colaborar es más sano, incluso más rentable. No sabemos por qué, pero no importa. Y siento que exactamente esto es lo que le está sucediendo a Extremadura. Ha pasado demasiado tiempo diciéndose a si misma que no es una tierra emprendedora, que no está conectada y que otros territorios tienen más suerte.

Extremadura ha decidido reivindicarse como caso de éxito y ha decidido hacerlo adelantándose a los tiempos: integrando, cooperando e innovando. Extremadura, posiblemente, no puede alcanzar cifras de otros territorios en la carrera del viejo paradigma, pero sí puede hacerla en el nuevo. Millones de personas en el mundo quieren encontrar un nuevo «modus vivendi», su reintegración particular en pos de una vida más auténtica, unida a proyectos que otorgan nuestra existencia de propósito. Y es que, no lo olvidemos, el mercado es el mundo y nuestra oficina puede ser un mar de encinas.

Miajadas-Trujillo como ejemplo para toda Extremadura

Hace unas semanas tuve el enorme privilegio de guiar al que ha sido el primer equipo con mayoría femenina de Repueblo, en nuestra edición de Miajadas-Trujillo. Posiblemente por este lado femenino, que nos enseña a cooperar más, a mirar con una perspectiva más emocional y a conectar con la naturaleza, se generó una energía mágica, difícil de explicar para los que la vivimos: los innovadores, las administraciones, los expertos y los ciudadanos. Posiblemente por ese lado femenino tengo más certeza que nunca.

Si algo es Repueblo es humanidad y humanización. Y en esta edición aprendí de ambas a raudales. Miajadas y Trujillo han decidido no sólo aceptar sus diferencias, sino amarlas como signo de identidad conjunta. No importa que hagas abonos orgánicos en Miajadas, o que pilotes drones en Trujillo. De pronto de lo que te das cuenta es que somos humanos que podemos conectar. Y poner la tecnología y el conocimiento a nuestro servicio. Y no al revés.

Y gracias al equipo de expert@s y a l@s ciudadan@s del territorio, he llegado a ciertas conclusiones que ilustran porqué la Comarca de Miajadas-Trujillo es un fractal de la Extremadura que viene. De la Extremadura que si es valiente liderará un nuevo concepto europeo y arrastrará a otros territorios a hacer lo mismo. Esa Extremadura que ha decidido pensar que los modelos ejemplares no tienen que ser los de los hermanos escoceses o finlandeses. Y estos son, en mi humilde opinión, los 5 motivos que bien ejecutados harán que lo logre:

1. Pasar de Isla a nexo

Con perdón de la expresión, Extremadura ha tenido complejo de Isla. Sus grandes espacios entre tierras con escasa densidad de población, ese eterno tren que no llega y la lejanía de los grandes centros de poder españoles y europeos han forjado unas creencias que ya deben desaparecer.

Es más, yo creo que es justo al contrario. Para mí, Extremadura es el Nexo de la nueva era. Es un nexo:

• Entre España y Portugal. Porque es hora de mirar y abrazar a nuestros vecinos.
• Entre Europa y Latinoamérica. Porque somos el puente cultural entre dos mundos.
• Entre jóvenes y mayores. Porque ellos no son el pasado y el futuro, son el presente.
• Entre crecimiento económico y desarrollo social. Porque estamos ante un nuevo paradigma.
• Entre lo emocional y lo racional. Porque sin propósito los negocios son sólo negocios.
• Entre el estilo de vida mediterráneo y la innovación. Porque se puede balancear el éxito con el gozar de la vida.

2. Potencial humano infravalorado y no conectado

He tenido ocasión de colaborar en eventos de startups, networkings, hackatones y cualquier anglicismo que usamos para ser muy cool y nice. En ellos, suele haber gente maravillosa y soñadora. Pero existe una facción, a la que yo llamo los «Steve Jobs». Y son todos esos potenciales que te presentan sus planes de negocio en los que van a ganar cientos de miles de millones (siendo conservadores) y por ello van a conseguir un inversor que pone la pasta y ellos ningún riesgo. Son Steve Jobs porque todos creen tener el mismo talento que el malogrado genio.

Por el contrario, conoces a la gente de Miajadas o Trujillo y flipas. En su comunicación parece que no hacen nada, pero resulta que tienen proyectos innovadores que pueden reventar el mercado dándole unas pinceladas de marketing, innovación y organización empresarial. Empresas como Abonaglobal, que hace abonos bio más baratos que los fertilizados. Servicios de consultoría innovadora, como Solardrone, que hace «medicina» preventiva para plantaciones fotovoltaicas. O los mejores helados que he probado en España, ecológicos y de nata de cabra, de Green spirit. O los famosos, maravilloso e innovadores vinos de Bodegas Habla, claro ejemplo de innovación.

Y claro, el pecado de no tener marketing ni sentarse a hablar con el vecino es claro: si no saben que existes, pierdes oportunidades. Si no comunicas lo que haces, pierdes oportunidades. Si no compartes ideas, pierdes oportunidades. Por ello, el equipo de Repueblo no tenía ninguna duda: lo primero que hay que hacer es sentar a miajadeños, trujillanos y foráneos a compartir, a charlar y a ayudarse. Porque ellos tienen la llave del éxito, pero cada uno una pieza. Sólo hay que juntarlas.

3. Nómadas buscando territorios fuera del mapa tradicional

Una cosa que me alucinó en mis viajes hace años fue encontrar nómadas digitales por el mundo. Primero ni siquiera entendía cómo podían ganarse la vida, incluso me molestaba, con ese aprendizaje tan castellano de sufrir la envidia. Tuve la ocasión de conocer a muchos de ellos, incluso volverme de la tribu en alguna ocasión y entender qué buscan. Lo maravilloso es que los nómadas buscan Extremadura, pero no lo saben. Porque muchos no saben que Extremadura existe.

Y te preguntarás, ¿por qué buscan Extremadura?. Muy sencillo. En primer lugar, los destinos «tradicionales» de los nómadas se han saturado y visto gravemente afectados por la gentrificación o por la pandemia. Te hablo de Bali, de Medellín o de Lisboa. En segundo lugar, porque lo que buscan es una comunidad donde puedan experimentar, compartir y aprender. Y Extremadura tiene personas dispuestas a compartir cómo hacen su queso, cómo ven el futuro de su tierra o cómo disfrutar del vino. Por último, porque en Extremadura asentarse es económico y si quieres crear una empresa las ayudas son cuasi infinitas. Y hace buen clima. Y se come bien. Y es bonito. Y…

Pero ojo, es que además, ahora el número de nómadas ha crecido de manera exponencial. Hemos descubierto el teletrabajo y, con ello, un modo de vida deslocalizado. La oportunidad es brutal. Sólo hay que tener una estrategia, saber cómo y dónde comunicar y favorecer un ecosistema que les resulte atractivo. Es el turismo de la nueva era: regenerador, integrador y experiencial. Y además, deja los salarios de otros lugares en el territorio.

4. Oportunidad fondos europeos para Extremadura.

Europa. Siempre Europa. Ese lugar que sentimos tan lejos y que no percibimos que somos parte de él. Si latinizamos o mediterranizamos Europa y encontramos ese nexo entre la cabeza sajona y el corazón latino (como el de Bisbal), sentiremos que la casa es nuestra y no un apartamento turístico.

Respecto a los fondos, no tengo mucho que decir que ya no sepas. El panorama 2021 – 2027 será crucial para decidir si el modelo de bienestar e innovación Europeo es viable o sucumbiremos en el salvaje oeste (y lejano oriente). Si tenemos planes y proyectos en condiciones, ejecutables y que aporten valor más allá de los eternos planes estratégicos del desarrollo rural, tenemos un filón para Extremadura.

Extremeños: emprended, por favor. ¡Si lo tenéis a huevo!.

Firmado: Repueblo y la Unión Europea

5. Voluntad de los agentes para liderar y dejarse asesorar

Qué difícil y poco común es escuchar. Dice un proverbio italiano que «del escuchar procede la sabiduría, y del hablar el arrepentimiento». Evidentemente, arrepentirse está al alcance de todos y la sabiduría, de pocos. En general. En Extremadura, para mi sorpresa, no es así. Lo común es escuchar. Tuvimos la oportunidad de conocer a empresarios, emprendedores, funcionarios, políticos, incluso a Lucía (adolescente trujillana, de la que no hablo en esta ocasión porque pronto dedicaré un artículo completo). Todos dispuestos a escuchar y aprender.

El paso siguiente a escuchar es ponerse de acuerdo y, el siguiente, ejecutar. Llevar los pensamientos a la acción es de las cosas más complicadas que existen. Pero el propósito es el combustible de las ideas. Y por ello estoy convencido que Extremadura ha dedicido pasar a la acción.