¿Te has dado cuenta de la cantidad de ideas prefijadas que tenemos de casi todos los aspectos de la vida? Por supuesto, el campo tiene muchos de ellos. Y es que hay ciertos estereotipos del mundo rural que hemos heredado de aquellos años de éxodo masivo, en los que los que hoy son abuelos abandonaron los pueblos en busca de una vida más cómoda en la ciudad.

Pero las tornas han cambiado. Especialmente en estos tiempos que estamos viviendo, en los que el atractivo de la ciudad se merma, el entorno no urbano toma fuerza para tomarse «su propia venganza». Este hecho lo narra de manera brillante el columnista de El Confidencial Héctor Barnés en su artículo:»Madrid está desapareciendo y nadie se ha dado cuenta» . El ocio, la cultura y la vida social cosmopolita han sido y serán razones de peso para muchos para vivir en las urbes. ¿Y qué sucede ahora, que esto se ha minimizado?

En Repueblo apostamos por eliminar la frontera conceptual entre lo urbano y el campo. Nuevas maneras de vivir que permitan lo mejor de ambos mundos y que eviten que decidirse por uno u otro sea un acto de fe, una decisión titánica prácticamente sin vuelta atrás. Y eso pasa también por eliminar estos estereotipos del mundo rural.

Los 6 estereotipos del mundo rural

Posiblemente haya uno que los englobe a todos y es la simplificación del mundo rural. Hay una especie de mantra, de verdad absoluta en el imaginario colectivo urbano que nos hace pensar en aldeas de montaña remotas cuando hablamos de lo no rural. La España que no vive en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga es mucho más amplia, variada y exitosa de lo que pueda parecer cuando leemos los medios de comunicación o vemos Tv.

Si nos fijamos en los datos del INE de enero de 2020, casi un 27% de la población española vive en municipios de entre 10 y 50 mil habitantes. La mayoría de ellos, tiene una tipología y sociología intermedia entre la gran urbe y esa aldea idílica para un retiro espiritual en la que muchos piensan. Ha llegado la hora de derribar algunos mitos.

🎭 1. No hay ocio

El clásico de los clásicos. Si bien es cierto que en ninguno de los 600 pueblos de más de 10.000 habitantes vas a poder ir a ver el musical de El Rey León, el ocio es un concepto mucho más amplio. Recuerdo perfectamente como en nuestra segunda edición, Roberto Miguel, presidente de la Asociación Empresarial de Andorra-Sierra de Arcos nos contaba que en su semana normal iba a clases de saxo, a la piscina y a sus entrenamientos para el Iron Man. Lugares a los que tardaba minutos, mientras vivía despreocupado porque sus hijas adolescentes fueran caminando solas a natación o a música.

Y es que no sólo la distancia es mucho más accesible, sino que la dinámica de vida permite disfrutar mucho más del tiempo de ocio. Además, hoy en día el deporte es una parte fundamental de la vida de muchas personas y, para gran cantidad de deportes, es mucho más fácil realizarlo en un municipio pequeño.

🏚 2. Sólo hay viviendas en ruinas

Y es cierto. Lo es si piensas en una buena parte de los más de 5.000 pueblos que no llegan al millar de habitantes en España. Muchos de ellos aldeas aledañas a otros municipios, muchos con población envejecida y con una dinámica muy negativa. Desgraciadamente, muchos de ellos desaparecerán.

Pero no es cierto. No es cierto si te fijas en otro tipo de municipio, con industria, servicios y vida, mucha vida. La realidad es que algo existe en nuestro imaginario urbanita que nos hace pensar «ciudad-rico, pueblo-pobre» y por eso nos imaginamos ruinas y abandono. El 2020 es el año del turismo de interior… una excelente oportunidad para comprobar otra realidad.

👩🏽‍🎨 3. No hay variedad multicultural y mente abierta

La madre de todos los estereotipos: los paletos de pueblo. A las televisiones les encanta la imagen de las ruinas, las cabras y el pastor. Que por cierto, son una herencia maravillosa de nuestros territorios y que deberíamos preservar. Pero no toda la España no urbana es eso.

El mundo cambia, evoluciona. Y mundo también son los pueblos. Además, muchos de ellos han recibido a personas exitosas de todo el mundo que deciden cambiar de vida y muchos de ellos, abrir negocios innovadores y con alto valor añadido.

🏥 4. No hay servicios básicos

¿Mejorables? ¡Por supuesto!. ¿Inexistentes? para nada. De hecho, muchas veces son hasta mejores que en las ciudades, en cuanto a número de habitantes/servicio. Por ejemplo, las listas de espera de atención primaria en ocasiones son menores, menos estudiantes en las aulas o pistas de pádel que fácilmente se pueden alquilar sin esperar dos semanas.

El problema más habitual es la dinámica. Municipios que pierden habitantes pierden servicios… y esa es la tendencia que hay que corregir. Pero ya sabemos que las cosas de palacio, van despacio.

🚀 5. No hay oportunidades

España es un país exportador y gran parte de lo que exportamos viene de entornos no urbanos. No sólo del sector primario, que también. Hay multitud de pymes innovadoras, tecnológicas e industriales a lo largo y ancho de nuestra geografía. Y una infinidad de oportunidades latentes no aprovechadas, diversas en cada lugar.

Además, con la imparable tendencia del teletrabajo en medios rurales, van a surgir oportunidades en servicios y soluciones tecnológicas fruto de la demanda generada por los nuevos pobladores.

💻 6. No hay internet o la conectividad es pésima

Sí, sí, lo sé. Es un serio problema en un % enorme del territorio. Especialmente para ciertos negocios, trabajos, que requieren de buena latencia. Sé que en ocasiones hacer una video-llamada es una heroicidad. Pero también me consta que numerosos municipios cuentan con una velocidad excelente, muchos de ellos fruto de la colaboración entre agentes y las alianzas público-privadas.

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